Conocer gente «La política es un baile privilegiado para conocer gente, aunque algunas veces se trate de personas a las que uno hubiera deseado no ser presentado», señala con ironía Joaquín Leguina en las páginas iniciales de esta obra Y remacha: «Mi ya larga relación con la actividad política ha sido siempre ambigua o, para decirlo en términos eróticos, nunca he sido monógamo respecto a esa señora». No es éste un libro de memorias al uso, sino más bien un relato que fluye por sí mismo, como si de un monólogo se tratara, en el que a las cuestiones clave de una generación y los comentarios, a veces mordaces, acerca de algunos acontecimientos y personas relevantes de los últimos años, se une una visión crítica de las prácticas de partido: «A menudo he sido presa de la sensación de que yo no era de los nuestros . No quiero ponerme medallas de crítico o de rebelde ni pensar que, sistemáticamente, el mando repudia a quienes lo incordian. Quizá la cosa sea más sencilla. ¿Una cierta reticencia acratoide hacia los mecanismos jerárquicos? Tal vez se trate de eso. O puede ser, simplemente, que yo sea un metepatas irredento. No conviene descartarlo. Esta sensación de no haber sido invitado al banquete y, sin embargo, estar allí sentado, sea puramente subjetiva o responda a la realidad, se ha acrecentado, resulta obvio decirlo, con la llegada a la dirección del PSOE de la nueva generación, la de Rodríguez Zapatero. Pero esta vez, nadie podrá negarlo, no responde a cosas mías sino a una estrategia previamente meditada y puesta en práctica con una decisión y firmeza dignas de mejor causa: la de enviar a casi todos los de la generación anterior a la jubilación anticipada». Pero más allá de reticencias o reservas ante determinadas situaciones, Joaquín Leguina reivindica la política como una actividad noble de los seres humanos, aunque «también es preciso señalar una cautela: las miserias que contiene ese mamífero que somos, el único capaz de ejercitar una inteligencia creadora, están muy presentes en cada uno de los miembros de la sociedad y, por supuesto, también entre los políticos».
Joaquín Leguina nació en Villaescusa, Cantabria, en 1941. Es doctor en Ciencias Económicas por la Universidad de Madrid y en Demografía por la Sorbona. Hombre de larga trayectoria política (concejal del Ayuntamiento de Madrid, diputado, secretario general de la Federación Socialista Madrileña, presidente de la Comunidad de Madrid), no por ello ha renunciado al ejercicio de su vocación literaria. También en Alfaguara ha publicado el libro de relatos Cuernos (2002), y las novelas La fiesta de los locos (1998), La tierra más hermosa (1996), El corazón del viento (2000), El rescoldo (2004) y La luz crepuscular (2010).