El fuego en !a voz es la expresión de una consigna: provocar una guerra civil en el interior del lenguaje. Cuando el control de la realidad exige no ya la obediencia silenciosa calla y trabaja sino la movilización total de nuestras vidas, esto es, su estado de guerra interminable, entonces hay que exponer el discurso que interrumpa la conexión del mundo, las voces que incendien el negocio del sentido común, la palabra que trabe nuestra incorporación permanente al régimen de «la realidad». «Aceptar la realidad, rendirnos, reconocer la victoria del imperio, el dominio sin límites del capitalismo global y a la vez querer vivir, desocupar el orden, resistir sin esperar nada. Expulsarnos entonces, caernos, fuera de nosotros mismos, sin rostro ni nombre, sin figura, como cae el demonio del Paraíso de Milton». De manera gradual, el libro elabora las emociones de una intimidad política silenciada, los problemas y conceptos envueltos en la guerra del discurso así como el campo categórico, en fin, donde puede inscribirse hoy una relación subversiva con la palabra.