La transición fue un éxito pero tuvo un coste muy alto, entre otras razones porque no se hizo una revisión histórica sobre los aspectos siniestros de la dictadura , en cuyos primeros años hubo más de 40.000 víctimas de la represión franquista, según Cebrián. El escritor, académico de la Lengua, deja claro que su libro no es un ensayo ni una tesis sobre la transición. Es una novela en la que trata de contar cómo vivieron esos años las personas de su generación, que son las que hicieron la transición . Se ha dicho muchas veces que aquello fue una transición sin traumas, pero de este libro y del anterior se deduce que sí los hubo , afirmó el autor, para quien su novela es una reflexión sobre la muerte y el poder y acerca del papel de la muerte en la configuración política de aquellos años. En la transición hubo mucha muerte, violencia y sangre , aseguró. Cebrián abre la novela con un sorprendente y largo monólogo de Franco mientras agonizaba en el hospital. Durante tres capítulos, el dictador recuerda su vida, sus logros, y se muestra enfadado porque alguien como él, que había sido enviado por Dios para salvar a su país , muera como una especie de guiñapo sanguinolento en una cama de la Seguridad Social. El autor, galardonado con premios como el Víctor de la Serna de Periodismo, el Trento y el Nacional de Periodismo, estudió a fondo la figura del dictador antes de enfrentarse al fenómeno de contar su muerte , y para ello leyó muchos de sus discursos y libros de memorias de personas cercanas a él, desde su médico y su dentista hasta los ministros de sus gobiernos. Franco fue un individuo muy mediocre, casi sacado de un catálogo de las enfermedades freudianas, obsesionado con las figuras de su padre y de su madre y convencido de que era un enviado de Dios, con una misión que cumplir . Quien durante cuarenta años llevó las riendas de España no tenía ningún carisma, sólo el que le otorgaban los demás , que hicieron de él un hombre ensalzado y adulado hasta límites increíbles . A Juan Luis Cebrián no le costó demasiado meterse en la piel de Franco para darle voz en su libro, porque para cualquier español de su generación la figura del dictador formaba parte de sus vidas. Es un personaje muy especial Franco y eso tenemos que aceptarlo , afirmaba hoy el escritor, quien opina que si el general duró tanto tiempo en el poder no fue sólo por la fuerza sino por el apoyo de toda una clase social , representativa de la España profunda.
Juan Luis Cebrián (Madrid, 1944) es miembro de la Real Academia Española y del Club de Roma. Periodista y novelista, participó en la fundación de la revista Cuadernos para el Diálogo, trabajó en la redacción de Pueblo, fue subdirector de Informaciones, y director de los servicios informativos de TVE. Fue director del diario El País desde su fundación en mayo de 1976 hasta noviembre de 1988 y en la actualidad es consejero delegado de su empresa editora. En su obra literaria destacan los siguientes títulos: La prensa y la calle, La España que bosteza, Qué pasa en el mundo, Crónicas de mi país, El tamaño del elefante, Retrato de García Márquez, El siglo de las sombras, Cartas a un joven periodista, La red y El futuro no es lo que era (ensayos), y La Rusa, La isla del viento y La agonía del dragón (novelas). Es Caballero de la Orden de las Artes y las Letras de Francia.