Lo primero es una muerte: en un pequeño pueblo argentino un cura aparece cosido a puñaladas. Pero, en Argentina, es muy difícil decir que una muerte fue la primera. Hay demasiadas historias. A quien corresponda es la historia de una derrota decisiva, de una venganza demorada, de los crímenes de un Estado desatado, de la bendición eclesiástica para esos crímenes, de un amor que no puede terminar. Y es, sobre todo, el relato más crudo que se haya escrito sobre el destino de una generación que quiso construir una sociedad mejor y consiguió abrir las puertas a una mucho peor. Carlos militó en la izquierda revolucionaria. treinta años después está convencido de que formó parte de «la generación más fracasada de esta larga historia de fracasos que es la historia argentina» pero no quiere morirse sin enfrentar un último fracaso posible: el intento de vengar a su mujer secuestrada, torturada, seguramente muerta. Una novela imprescindible que confirma que Martín Caparrós no sólo es «el gran cronista argentino de los últimos veinte años», según se escribió en La Vanguardia, sino también un excelente novelista.
Martín Caparrós (Buenos Aires, 1957) se licenció en historia en París, vivió en Madrid y Nueva York, dirigió revistas de libros y revistas de cocina, recorrió medio mundo, tradujo a Voltaire, Shakespeare y Quevedo, recibió el Premio Planeta Latinoamérica, el Premio Rey de España, la beca Guggenheim, plantó un limonero, tiene un hijo y ha publicado unos veinte libros. Entre ellos, los relatos que lo consolidaron como "el más importante escritor del periodismo narrativo actual" (La Nación) -Larga distancia, Dios Mío, La Voluntad, La guerra moderna, Amor y anarquía, El Interior- y las novelas, traducidas a una docena de idiomas y consideradas "un aporte mayor a la narrativa latinoamericana contemporánea" (El Mercurio): Ansay o los infortunios de la gloria, No velas a tus muertos, La noche anterior, El tercer cuerpo, La historia, Un día en la vida de Dios, Valfierno. A quien corresponda es su primer libro publicado en Anagrama.