Si el jurado del XXVPremio La Sonrisa Vertical decidió declarar finalista esta novela, yrecomendar su publicación, sin duda se debió a la deliciosa manera en que enella se entreveran la fantasía sensorial del erotismo y la realidad históricade la Grecia clásica, los placeres humanos y las leyendas mitológicas delOlimpo, para trazar un fresco que habla a los lectores, sobre todo, de lasoledad de la belleza. Un tribunal ateniense se dispone ajuzgar a Nerea, la extranjera, lacortesana, la bella desdeñosa. Mientras la voz del acusador retumba entre laasamblea pidiendo su muerte, Nerearecuerda... ¿Qué delitos ha cometido en realidad? Sus recuerdos se remontan ala lejana isla en la que nació y creció, y donde atisbó por primera vez losmisterios del sexo al ver al dios Panfornicando con una mortal: a partir de ese momento, se sintió tocada por unaextraña gracia. Poco después fue apresada por piratas y llevada a Corinto,donde, convertida en esclava, la sabia Mírrinale enseñó el arte de dar placer y la convirtió en una joven refinada. Tanto,que pronto su fama se extendió por toda Grecia: sin duda era la amada de los dioses. Ya en Atenas, secodeó con Critias, Hipócrates, Aristófanes, mas, ay, quien le robó el corazón no fue otro que Alcibíades, el traidor... Cuando laclepsidra que marca el tiempo anuncia que ha de hablar la defensa, Nerea apenas oye nada: sí, era cierto,había conocido el amor de Zeus, de Afrodita y de otros dioses..., peronadie supo nunca hasta qué punto era cruel ese amor inmortal.
Javier Negrete nació en Madrid en 1964. Estudió
Filología Clásica y en la actualidad es profesor de griego en un instituto de
Plasencia, ciudad en la que vive desde hace más de diez años. Ha publicado
algunas traducciones del inglés y del griego clásico. Como escritor, ha estado
siempre muy relacionado con el mundo de la literatura fantástica y la ciencia
ficción. Ha publicado, entre otras novelas, La
mirada de las Furias (1997) y
Buscador de sombras (2000) en la colección Nova de Ediciones B, y La Espada de Fuego (2003) en Minotauro.
También ha cultivado la literatura juvenil con Memoria de Dragón (2000) y Los
héroes de Kalanúm (2003). Sus obras han merecido, entre otros, los premios UPC, Ignotus y Gigamesh, y
recientemente se han traducido al francés varias de sus novelas.