ARTHUR MACHEN (Arthur Llewellyn Jones) nació en Gales en 1863 y murió en 1947. El relato de fantasía y terror tuvo en él uno de sus más grandes e influyentes maestros. Su literatura fue muy popular en la primera y segunda décadas del siglo XX, pero sobre todo fue muy ampliamente reconocida por un gran número de escritores: Robert E. Howard, Algernon Blackwood, William Butler Yeats, Wyndham Lewis, Max Beerbohm, T. S. Eliot, Bernard Shaw, John Masefield, etc. A eso hay que añadir la honda influencia que ejerció sobre H. P. Lovecraft y, en el ámbito hispánico, la reiterada admiración que sintió por él Jorge Luis Borges, uno de sus grandes valedores. Entre sus obras más relevantes se encuentran: La colina de los sueños (1907), Los arqueros (1914), El terror (1917), El gran dios Pan (1894) y Los tres impostores (1895).
Anatomía del tabaco (1884) es su segunda obra y hasta el momento nunca había sido editada entre nosotros. Se trata de un delicioso ensayo paródico, siguiendo la línea del Sartor Resartus de Thomas Carlyle, en el que el sarcasmo y la ironía se ponen al servicio de la más imaginativa y apócrifa erudición.
Arthur Machen es el seudónimo de Arthur Llewelyn Jones (1863-1947) un escritor y periodista galés que tiene el incuestionable honor de ser el padre de la novela decadente de terror. Después de una juventud un tanto errática, en la que compagina la escritura con trabajos eventuales, en 1890 Machen se dedica plenamente a la escritura gracias a una herencia familiar. De esos años de trabajo pleno surgirán sus mejores obras, las que le convertirán en un escritor tremendamente popular.Influenciado por las nuevas tendencias espirituales de su época, como el paganismo, el ocultismo o el espiritismo, Machen participa en distintos grupos hasta ingresar en la Hermetic Order of the Golden Dawn, una secta cristiana que preconizaba la recuperación de los antiguos rituales de la iglesia.Prolífico, Machen publicó 13 novelas que gozaron de una extraordinaria acogida popular, y resultó tremendamente influyente para todos aquellos autores que, después de él, decidieron explorar los aspectos más oscuros de la ficción.