Paul Bannerman, un ecologista blanco surafricano de treinta y cinco años, ha superado un cáncer de tiroides tras un duro tratamiento radiactivo. Sus padres, Adrian y Lyndsay, aceptan con toda naturalidad, en especial la última, que permanezca durante su convalecencia en la casa familiar, asumiendo así el riesgo de contagio que representa su presencia. Ese momento compartido en el que se toma conciencia de la fragilidad humana sirve a la premio Nobel y activista surafricana Nadine Gordimer para reflexionar, ya no sobre la existencia del ser humano, sino sobre la lucha por la supervivencia tanto física como ética, consciente e inconsciente, al igual que sobre las formas insospechadas en que la naturaleza agredida intenta renacer una y otra vez. Atrapa la vida es un gesto de compromiso, una meditación sobre cómo vivimos y cómo queremos vivir, y sobre cómo la vida misma nos atrapa.
Nadine Gordimer, séptima mujer de nuestro siglo en ganar el Premio Nobel de Literatura 1991, nació en Sudáfrica en 1923, estudió letras en la Witwatersrand University de Johannesburgo y allá sigue viviendo hasta hoy, entregada exclusivamente a la literatura desde 1953, año en que publicó su primera novela. Recorrió ampliamente su propio continente, Europa y Estados Unidos, donde enseña regularmente largas temporadas en universidades como Harvard y Princeton. Se comprometió firmemente contra el apartheid, aunque, según confiesa ella misma, de haber vivido en otras circunstancias, «la política no habría sido precisamente una de mis actividades favoritas?». De entre sus libros de narrativa destacamos Friday´s Footprint, que ganó el Premio W.H. Smith de Literatura en 1961, Un mundo de extraños que la dio a conocer en el mundo entero, Un invitado de honor, que ganó el Premio James Tait Black Memorial en 1971, La hija de Burguer y El conservador, que obtuvo el Booker Prize en Inglaterra en 1974 y, al año siguiente, el Premio Grand Aigle d´Or en Francia (los tres últimos publicados en la colección Andanzas 62, 38 y 6).