Héctor ya no es un niño: ha terminado sus estudios, ha encontrado trabajo y se ha mudado a otra ciudad. Solo. O todo lo solo que se puede estar viviendo con siete personas en una casa diminuta. Está decidido a disfrutar de su recién obtenida libertad
o al menos eso pretende hasta que conoce a Sara, una mujer que le da calabazas sin ni siquiera pestañear después de haberle permitido probar el placer más exquisito.
Sara sabe perfectamente lo que puede esperar de la vida, y eso no incluye salir con un jovencísimo príncipe azul con cara de ángel. Es cantante de noche, secretaria de día y madre a jornada completa. ¡No tiene tiempo para cuentos de hadas! Y aunque lo tuviera, tampoco tiene ganas. Un poco de sexo, sí, por supuesto, y más si es del bueno. Pero ir más allá, no. Es demasiado vieja y sabia para complicarse la vida con historias de amor imposibles.
Música, sexo y amor en un cóctel explosivo en el que la impaciente juventud y la calmada madurez echan un pulso entre las sábanas.