«¿Dónde está Dios?». Ésa es la pregunta que una joven negra formula a la misionera que la ha convertido. «Él ha dicho Busca y encontrarás », le responde ésta. He aquí que la hermosa heroína de piel satinada, tomándose al pie de la letra la frase de Dios, se aventura, cachiporra en mano y con la Biblia como guía, por la selva africana. El periplo le pondrá delante todo tipo de dioses: los del Antiguo y el Nuevo Testamento, el del Corán, el dios de la Ciencia. Pese a que entre ellos existen pequeñas diferencias, los dioses poseen el don común de horrorizarla: unos, por anticuados y radicales. otros, por intolerantes. la mayoría, por mezquinos. La muchacha fulmina no tanto a cachiporrazos como a preguntas de inocente escepticismo a cada uno de los ídolos que se cruzan en su camino, dejando vía libre a la libertad religiosa, los derechos de las mujeres y la emancipación política.
George Bernard Shaw (Dublín, 1856-Hertfordshire, Inglaterra, 1950) no solo fue un célebre
dramaturgo, sino también un brillante y c ontrovertido escritor satírico y crítico. Tras su llegada a Londres en 1876
se convirtió en un activo defensor del socialismo y en un brillante orador. Además de su prolífica obra teatral,
escribió sobre distintos aspectos de la vida social de la época y fue crítico teatral y musical. En 1925 recibió el
Premio Nobel de Literatura. Algunas de sus obras traducidas a nuestra lengua son: Santa Juana (1985), Dieciséis esbozos
de mí mismo: autobiografía crítica (2002), Pigmalión (2003) o El perfecto wagneriano (2011).