La historiografía de las homosexualidades y de las subculturas homoeróticas constituye hoy un género en expansión. No obstante, lejos de entenderse como un gueto periférico de la disciplina, su asunto concierne a la médula misma de la historia social: las identidades de clase, de raza y de género, la construcción de la nación y el gobierno biopolítico de las poblaciones.