En "Barro desnudo", Hugo Mújica vuelve a darnos su desnudez poética como respuesta al espanto del mundo. Al identificar su sentido del ser con el viento que pasa y roza la piel -y no con el horizonte-, nos recuerda que es la esperanza la que impone un sentimiento de destierro. Por eso identifica la poesía con el barro o con la materia que provoca una gota de sudor al caer sobre la tierra.
Nació en Buenos Aires en 1942. Estudió Bellas Artes, Filosofía, Antropología Filosófica y Teología. Esa variedad de intereses encuentra reflejo en su obra, que va de la filosofía a la narrativa, pasando por la metafísica y la antropología, y cuyo eje vertebrador es siempre la poesía. Fue artista plástico en el Greenwich Village neoyorquino en la década de 1960, antes de hacer voto de silencio y pasar siete años en monasterios de la Orden Trapense, donde comenzó a escribir. Su singular trayectoria vital es la materia prima de una obra que, iniciada en 1983, se ha editado en Argentina, Bulgaria, Chile, Colombia, Costa Rica, Eslovenia, España, Estados Unidos, Italia, México, Uruguay y Venezuela