Hermosas ciudades como Sucre y Potosí, vestigios de la cultura Tihuanaco, llamativos pueblitos de adobe y calles estrechas como Pucara, con ruinas incas en las cercanías, las misiones jesuíticas (Chiquitania) y atractivos naturales como el lago Titicaca, los espectaculares salares de Uyuni y Coipasa, las impresionantes moles del Huayna Potosí, el llimani o Illampu, la primitiva región de Lípez y, por supuesto, el oriente selvático hacen de Bolivia un destino apasionante para el viajero que busca enriquecer su mirada con paisajes y etnias singulares.