Desde principios de los años ochenta asistimos a un proceso, aparentemente imparable, de hegemonización del sistema neoliberal. Sin embargo, poco más de dos décadas después, los escenarios de crisis se multiplican y, además de debilitarlo, evidencian un cierto agotamiento global de este sistema. En América, por lo menos en aquel amplio espacio continental que históricamente se ha considerado como el patio trasero de las metrópolis dominantes, las transformaciones y rebeliones antisistémicas se hacen también evidentes. Así hoy, un número importante de naciones y pueblos ensayan sus actuaciones hacia opciones más redistributivas, con mayor presencia del Estado en los sectores estratégicos, con políticas sociales más amplias y recuperando la soberanía nacional. Igualmente, se experimentan nuevos lineamientos y estructuras políticas, sociales, económicas que responden a las nece sidades de las mayorías, y se revigorizan culturas y pueblos, hasta hace poco, permanentemente excluidos. En este marco, Bolivia se distingue hoy como un país indígena olvidado que ha recuperado su presencia y que tiene la oportunidad de reconstruirse. Este libro aporta los elementos básicos para entender el momento en el que se encuentra este país, donde la mayoritaria población indígena ha asumido el protagonismo negado por tanto tiempo para abrir espacio a nuevos modelos sociales, políticos, económicos y culturales.