¿Qué puede hacer un hombre joven y apuesto, con ganas de triunfar y recién llegado de Irlanda a los barrios bajos de Manhattan? A mediados de los años veinte, cuando en América triunfan el jazz y la ley seca, Henry Smart pasea su mirada azul por los primeros rascacielos de la isla y los muslos generosos de las mujeres. Atrás, en Irlanda, ha dejado unas cuentas pendientes y una familia, pero eso ya no importa. Pronto lo veremos traficar en las calles del Lower East Side, vendiendo un licor que huele a matarratas y alegrando las noches de algunas señoritas de pocos escrúpulos. Más tarde lo seguiremos hasta los tugurios de Chicago, donde actúa Louis Armstrong, el hombre que está seduciendo el mundo entero con las notas salvajes de su trompeta. Los nuevos ritmos triunfan, aunque Armstrong es negro y en 1924 hay lugares que resultan inaccesibles para hombres de su raza, pero ahí está Henry Smart, con la piel blanca y la lengua muy suelta, dispuesto a negociar con la mafia y con el diablo en persona con tal de salir adelante. Smart se convierte así en el hombre de confianza de Armstrong, y esta insólita pareja llena de energía y de humor las páginas de una novela tan poderosa como la música que la acompaña. La opinión del editor: Henry Smart... ¡qué pedazo de personaje! Le conocimos en Una estrella llamada Henry y nos encantó seguirlo por las calles de Nueva York y de Chicago. Con esta novela celebramos añadir el nombre de Roddy Doyle a nuestro catálogo.