El alumbramiento del cine y del cómic a finales del siglo XIX marcó el principio de una era de la mano de dos expresiones artísticas que definirían la iconosfera moderna. Un siglo después, en la era digital, los lazos entre ambos medios se estrechan y la pantalla se vuelve un lienzo en el que los cineastas recrean viñetas o reconstruyen universos dibujados.