La llama es, para el autor, el conocimiento, y a la manera de Prometeo, que roba el fuego a los dioses, el poeta ha de afanarse por revelar ese conocimiento, a la manera en que María Zambrano entendía la Razón Poética. El poemario se divide en cinco partes: Iniciación, Donde habita la sombra, Insomnios, Un intenso fulgor y Conocimiento de la llama. Esta obra muestra la madurez plena de la escritura poética de Miguel Veyrat.