«Irvine Welsh es un sabio de la escoria, que excava y saca a la luz nuestras obsesiones más oscuras» (Nathaniel Rich, The New York Times Book Review)
Ray Lennox es un inspector de la policía de Edimburgo que ha resuelto un atroz caso de asesinato. Ahora debe tomarse unas vacaciones quiera o no, puesto que mostró una desesperada implicación en el caso y, posteriormente, sufrió una severa depresión. Lennox viaja con su novia Trudi a Miami, se olvida de la cocaína y el alcohol, e intenta volver a la normalidad tomando antidepresivos. Tras una discusión con Trudi, Roy se mete en un bar y empieza a beber vodka sin freno. Se le acercan entonces dos mujeres, Starry y Robyn, con cocaína y muchas ganas de fiesta. Los tres acaban en el piso de Robyn, y cuando están en plena juerga ?e intentando no despertar a Tianna, la hija de Robyn?, llegan dos amigos de las mujeres. Uno de ellos desaparece muy pronto y reaparecerá en la cama de la niña, que grita desesperada. Y a la mañana siguiente, tras una pelea y la desaparición de la madre, Lennox se encontrará a cargo de una precoz lolita de diez años, amenazada por una poderosa red de pedófilos.
Irvine Welsh nació en 1958 en Escocia. Creció en el corazón del barrio obrero de Muirhouse, dejó la escuela a los dieciséis años, cambiando multitud de veces de trabajo hasta que emigró a Londres con el movimiento punk. A finales de los ochenta volvió a Escocia, donde trabajó para el Edinburgh District Council a la par que se graduaba en la universidad y se dedicaba a la escritura. Su primera novela, Trainspotting, tuvo un éxito extraordinario, así como su adaptación cinematográfica.