Crònica dun metge al Marroc narra en primera persona la experiencia vital del joven médico Pere Miret, cuyo itinerario parte de un pequeño pueblo de montaña en la Cataluña interior, con una breve escala en Madrid, para recalar en el Protectorado español de Marruecos. Ejerció la medicina en Tleta de Beni Ahmed, Río Martín, Melusa y Tetuán entre 1954 y 1958, años coincidentes con el fin del Protectorado español y el nacimiento del Marruecos independiente y soberano. Desde su consulta, Pere Miret fue testigo de excepción de los modos de vida, las costumbres y la cosmovisión de los rifeños, que en ningún momento dejaron de causarle sorpresa y admiración, y fueron fuente inagotable de inspiración para sus reflexiones, puestas en boca de Taahami Ben Amar, alter ego del autor. Con su prosa llana y espontánea, Pere Miret ha escrito una crónica al dictado del amor a su profesión y de la confianza en la humanidad, al tiempo que constituye un magnífico documento que nos ilustra tanto de la debilidad de la colonización española, como del vacío de la nueva administración marroquí.