«Admiro al poeta, pero detesto al hombre» es fama que dijo José Emilio Pacheco refiriéndose a T. S. Eliot. Llevado de esa admiración, muchos años antes había empezado a traducir los " Cuatro cuartetos " en los que el poeta británico procuraba una recuperación a través de lo sagrado del sentimiento de integración del individuo que los convulsos comienzos del siglo XX habían liquidado. El empeño se convirtió en una labor obsesiva a la que el escritor mexicano aportó su erudición, su curiosidad, su lucidez poética y las complicidades con la historia, y en la que se estableció un diálogo de admiración y distanciamiento.
La presente edición presenta por primera vez no sólo la última versión de la celebrada traducción de José Emilio Pacheco, sino también las notas y la cronología que fue elaborando paralelamente con esta labor, fruto de una dedicación de cuarenta años que sólo interrumpió la muerte. La impecable presentación de Luis García Montero ilumina a la perfección la magnitud y la compleja relación entre ambos poetas.
Thomas Stearns Eliot nació en Saint Louis, Missouri, en 1888 y murió en Londres en 1965. Tras sus estudios en Harvard y La Sorbona, se establece en Inglaterra en 1915. Sus primeras incursiones en la poesía muestran la impronta del simbolismo francés, pero su obra posterior no tardó en adquirir una voz tan radicalmente personal que ha acabado influyendo de forma decisiva en la mejor poesía de nuestro siglo. En su producción cabe destacar, en poesía, La tierra baldía (1922), Miércoles de ceniza (1930) y los Cuatro Cuartetos (1935-1942). En el terreno de la crítica literaria, Traducción y talento individual (1919) y Criticar al crítico (1965); y en teatro, Asesinato en la catedral (1935). T.S. Eliot obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1948.