La narrativa breve de Thomas Wolfe, leída como se puede hacer en este volumen, seguida y hasta el final, es incomparable e inclasificable, y sus cuentos reunidos constituyen un corpus titánico que contiene un universo único. Inabarcable ?palabra que él utiliza tantas veces?, infinito, puro, virgen, salvaje y extraordinariamente humano. Con la traducción de Amelia Pérez de Villar ?garantía de cuidado, exigencia y calidad? se agrupan, por primera vez en español, en la edición más exhaustiva no solo sus cuentos breves ?« El invierno de nuestro descontento» o «Chickamauga»? sino también las narraciones más extensas ?«El muchacho perdido» o «No hay puerta»? del escritor más químicamente puro que ha dado la literatura estadounidense, con casi sesenta textos inigualables. La trayectoria de Thomas Wolfe, envuelto en una personalidad única, conflictiva y adictiva, estuvo marcada por su escritura desbordante, la relación indispensable con su editor y su muerte prematura con treinta y siete años. Un vendaval de literatura.
(EE.UU., 1900?1938) Considerado uno de los más importantes narradores norteamericanos de la primera mitad del siglo XX, y admirado por sus coetáneos ?Faulkner dijo que era el mejor escritor de su generación?, su novela El ángel que nos mira obtuvo gran resonancia. Le siguieron otras de igual envergadura, como Del tiempo y el río, cuyo proceso de escritura protagoniza Historia de una novela (Periférica, 2021). Wolfe es recordado especialmente por sus piezas maestras en formato breve, que Periférica comenzó a rescatar en 2011 con la publicación de, entre otras, El niño perdido o Hermana muerte.