La obra musical y artística de Daniel Johnston constituye una respuesta a la época de degradación social y humana de la cultura de masas en la que le tocó vivir. Símbolo de los «inadaptados» del mundo, su trabajo es la expresión de un universo mental caracterizado por el enfrentamiento constante contra uno mismo. El bien y el mal, que antiguamente se concebían como exterioridades del ser humano, han sido interiorizados y forman parte de nuestra alma, definen nuestras tensiones vitales, llegando a generar severos desequilibrios psíquicos, verdaderos raptos meta- mórficos, como el experimentado en carne propia por Johnston, cuyas principales vías de escape han sido sus dibujos y sus canciones. Es esta tensión básica la que podemos apreciar en las más de cien obras de Daniel Johnston que contiene este libro algunas exhibidas en la Bienal del museo Whitney en 2006, otras nunca antes expuestas, obtenidas de sus archivos personales, y que abarcan desde sus dibujos de juventud en sus cuadernos escolares, hasta sus más reciente trabajos a gran escala y en acuarela. Desfilan en ellos sus peculiares personajes: de un lado, Joe el Boxeador, el Capitán América, Gasparín, Hulk, los patos, y, del otro, casi siempre en un enfrentamiento a muerte, el Diablo, Vile Corrupt y otros seres aterradores. Los acompañan también la rana Jeremías, su alter ego más socorrido, y múltiples hombres con la cabeza sin tapa, de cuyo interior emerge este misterioso mundo, fascinante y al mismo tiempo aterrador. Complementan la edición los textos de Philippe Vergne, Jad Fair y Harvey Pekar. Si hay algo que los une es la consideración de Johnston como uno de los artistas más originales y auténticos de su generación, una especie rara que, como dice su canción «Story Of An Artist», no busca la fama y la gloria, sino que simplemente quiere «observar elmundo que lo rodea», «caminar solo entre las flores», «apreciar la luz del sol». «¿Es esto tan malo?», se pregunta él mismo. Todos sabemos la respuesta.
(Edimburgo, 1979) es doctor en literatura y profesor universitario. Su adolescencia basculó entre una dermatitis seborreica aguda y una irrefrenable tendencia a la delincuencia. Antes de que lo despidieran de su primer empleo en Burguer King tuvo las suficientes luces como para graduarse en la universidad. Allí se despertó su interés por la política («me concedió un marco teórico para mi propensión al vandalismo»). Su primera novela, Peace, Love and Petrol Bombs llamó la atención de la mítica editorial anarquista estadounidense AK Press en 2011. En 2013 vio la luz su segundo título, The Deconstruction of Professor Thrub (Barbican Press, 2013), un divertidísimo diálogo entre un alumno de posgrado y su director de tesis sobre los límites de la libertad en la sociedad capitalista.