Escritas entre el 14 de diciembre de 1817 y el 2 de enero de 1818, las páginas de este Diario del primer amor narran el enamoramiento del joven Leopardi de «una dama de Pesaro», Gertrude Cassi, prima de su padre. En este diario, uno de los textos autobiográficos referenciales de la literatura moderna, el poeta registra todas las variaciones del sentimiento amoroso que comienza a nacer, analizándolas con una precisión, franqueza y claridad absolutamente reveladoras. Perfectamente consciente de las contradicciones inherentes a este «tormento» hasta entonces desconocido, este muchacho que habría de convertirse en una de las figuras fundamentales del Romanticismo se reconoce ya esclavo de esta nueva e inmensa pasión y, a un tiempo, nos presenta el camino que él mismo recorrerá hacia la construcción de una nueva sensibilidad artística y vital en la Europa del S.XIX. Acompañan a este diario los Recuerdos de infancia y de adolescencia, escritos inmediatamente después del Diario, que constituyen una sucesión de impresiones, reflexiones y notas con las que el poeta ensaya una escritura singular en la que por primera vez experimenta con las tensiones entre poesía y pensamiento que caracterizarán su obra futura.
Giacomo Leopardi nació en 1798 en Recanati (Italia), hijo del conde Monaldo Leopardi y de la marquesa Adelaida Antici. A los 18 años escribe odas griegas y de erudición histórica y filológica, así como libros de carácter enciclopédico. En 1817 anota los primeros pensamientos para el que habría de ser una especie de voluminoso diario, el Zibaldone. En 1819 madura su «conversión filosófica» y tiene lugar el paso de la poesía a la filosofía que caracterizará a su obra. Tras un fallido intento de fuga de su casa, en 1823 viaja a Roma. Residirá después en Milán, Bolonia, Florencia y Pisa. En 1831 ve la luz en Florencia la edición de los Cantos. En 1836, para huir de la amenaza del cólera, se refugia en La Ginestra, en las laderas del Vesubio, y el 14 de junio de 1837 muere a los 39 años.