¿Puedes regresar a un lugar del que nunca te marchaste? Una novela sobre el destierro, la memoria y la nostalgia de lo perdido. «La gente no sabe muchas veces lo que debajo del agua se oculta ni la historia que se borró para siempre con la demolición del último de los pueblos que aquí existieron. De ahí que algunos exclamen mientras lo contemplan: "¡Qué bonito!"... Y qué triste, añado yo.» En medio de un paisaje hermoso y desolador, la muerte del abuelo reúne a todos los miembros de una familia. Junto al pantano que anegó su hogar hace casi medio siglo y donde reposarán para siempre las cenizas de Domingo, cada uno reflexiona en silencio sobre su relación con él y con los demás, y sobre cómo el destierro marcó la existencia de todos ellos. Desde la abuela a la nieta más pequeña, desde el recuerdo de la aldea que los mayores se vieron obligados a abandonar a las historias y pensamientos de los más jóvenes, esta novela es el relato coral de unas vidas sin vuelta atrás, un caleidoscopio narrativo y teatral al que la superficie del pantano sirve de espejo. No existe una única forma de mirar el agua, pero el sentimiento de desarraigo, de exilio definitivo, ha permeado gota a gota a esta familia, generación tras generación. Tal vez porque ningún lugar duele tanto como aquel al que jamás podrás volver si no es desde el recuerdo o una vez muerto. Pero lo importante es regresar, como Ulises a Ítaca. No importa cómo ni de qué forma.La crítica ha dicho...
«Espero que no me ciegue la amistad si les digo que en Distintas formas de mirar el agua está el mejor Llamazares: el de La lluvia amarilla, pero también el de Las lágrimas de San Lorenzo.»
Manuel Rodríguez Rivero, Babelia «Llamazares es sobre todo un poeta; de hecho, el ritmo de su escritura en prosa es deudor de esa ambición de asociar las palabras (y la memoria, que es su fuente) con el ritmo; la música es consustancial con su narrativa, y eso le viene de la poesía.»
Juan Cruz, El País «Julio Llamazares construye en Distintas formas de mirar el agua una hermosa novela a la altura de los grandes narradores del siglo.»
Luis García, Córdoba «Resulta difícil resistirse a este libro en el plano emocional, dada la mucha verdad de los sentimientos que alberga, como hermosa resulta la elegía a los orígenes campesinos o la figura del abuelo, centro del círculo sobre el que gira toda la novela.»
ABC Cultural «Una novela cargada de bella y honda polisemia literaria.»
Diario de León «Unescritor de su categoría podría redactar los anuncios por palabras de un periódico y seguiría siendo interesante.»
Qué Leer
Julio Llamazares nació en Vegamián (León) en 1955. Su obra abarca prácticamente todos los registros literarios, desde la poesía -La lentitud de los bueyes (1979) y Memoria de la nieve (1982)- a la literatura de viaje -El río del olvido (1990, Alfaguara, 2006), Trás-os-Montes (Alfaguara, 1998), Cuaderno del Duero (1999) y Las rosas de piedra (Alfaguara, 2008), primer volumen de un recorrido sin precedentes por España a través de sus catedrales-, pasando por la novela -Luna de lobos (1985), La lluvia amarilla (1988), Escenas de cine mudo (1994, Alfaguara, 2006) y El cielo de Madrid (Alfaguara, 2005)-, la crónica -El entierro de Genarín (1981)-, el relato corto -En mitad de ninguna parte (1995), Tanta pasión para nada (Alfaguara, 2011)- y el guión cinematográfico. Sus artículos periodísticos, que reflejan en todos sus términos las obsesiones propias de un narrador extraordinario, han sido recogidos en los libros En Babia (1991), Nadie escucha (Alfaguara, 1995) y Entre perro y lobo (Alfaguara, 2008).