El jueves 11 de marzo del año 2004 la historia de un país llamado España cambió sin remedio. Esta novela narra cómo vivió aquella terrible jornada y cómo la reconstruyó más tarde sobre el papel un corrector, alguien que, obligado a enmendar los errores ajenos, se tropezó aquel día con una errata imborrable escrita sobre el libro de la realidad. Concebido como el testimonio de un ciudadano corriente, pero sobre todo como una confesión a los seres que amamos, El corrector es un homenaje a quienes nos permiten mantener la cordura en tiempos oscuros y una emocionante novela acerca del poder de las distintas formas del amor ?la amistad, la paternidad, la sexualidad? como recinto contra las inclemencias de la vida y contra las mentiras del poder. De este modo, si La ofensa indagaba en la Segunda Guerra Mundial como escenario de la historia leída e interpretada y Derrumbe se interrogaba a propósito de nuestros miedos a través de la historia presentida o imaginada, El corrector se acerca sin rodeos, desde el implacable yo del narrador, a la historia vivida y protagonizada en primera persona, culminando una serie del mal en nuestro tiempo que ha convertido a su autor, Ricardo Menéndez Salmón, en un nombre indiscutible dentro de la mejor narrativa contemporánea española.
Nacido en Gijón, en 1971, es licenciado en Filosofía por la Universidad de Oviedo.
Columnista del diario El Comercio, escribe en la revista Tiempo y en el suplemento cultural de ABC. Autor de los libros derelatos Los caballos azules (Ediciones Trea, 2005) y Gritar (Lengua de Trapo, 2007), ha publicado las novelas La filosofía en invierno (KRK Ediciones, 1999 y 2007), Panóptico (KRK Ediciones, 2001),Los arrebatados (Ediciones Trea, 2003), La noche feroz (KRK Ediciones, 2006) y La ofensa (Seix Barral, 2007), que mereció el premio Qwerty de Barcelona Televisión a la revelación literaria de 2007 y el premio Librería Sintagma al mejor libro del año, además de ser elegida por la revista Quimera como mejor obra de narrativa en español de 2007. Su sexta novela, Derrumbe (Seix Barral, 2008), supuso su consagración ante crítica y público.