Una estudiosa visita la casa de campo donde vivió Virginia Woolf y "roba" un manojo de cartas intercambiadas entre la escritora y su hermana, la pintora Vanessa Bell. Sobre la lectura de la correspondencia va cimentando, con una prosa magistral, el último capítulo de la pasión que cimentó la trayectoria narrativa de Ana María Navales: el universo Bloomsbury y la figura de Virgina Woolf.