Una extraordinaria fábula sobre el sueño americano. Jay Gatsby, el caballero que reina sobre West Egg, es el arquetipo de aquellos míticos años veinte en que pareció que todo era posible, un tiempo de felicidad entre el horror de la Primera Guerra Mundial y la barbarie de la Segunda. Junto al resto de los protagonistas, representa a la Generación Perdida, a todos aquellos «jóvenes tristes» que personificaron el mito de la pasión y el desamor, de la literatura que se funde con la vida. Publicada por primera vez en 1925, El gran Gatsby está considerada como La Gran Novela Americana. Simboliza el triunfo, la perpetua juventud y el deslumbramiento que desembocan en la tragedia, la decadencia y la caída, constantes reflejadas con asombrosa precisión en la propia vida de Fitzgerald. La crítica ha dicho...
«El gran Gatsby es el primer paso adelante dado por la narrativa norteamericana desde Henry James.»
T. S. Eliot «Él tenía una de las cualidades más raras en la literatura: encanto, encanto como Keats lo había tenido ¿y quién lo posee hoy día?»
Raymond Chandler «Fitzgerald representa el estilo, la profundidad y la lucidez... Hay frases en sus libros que quedarán grabadas para siempre en tu memoria... Bienvenido sea cualquier pretexto cinematográfico si sirve para que los lectores jóvenes descubran a Fitzgerald. Los viejos nunca hemos dejado de releerlo. La adicción que crea es para siempre.»
Carlos Boyero, Babelia «Fitzgerald era el mejor de todos nosotros.»
Ernest Hemingway «Fitzgerald es mi autor favorito.»
Haruki Murakami «Le leerán cuando muchos de sus contemporáneos estén olvidados.»
Gertrude Stein
(Saint Paul, Minnesota, 1896 - Hollywood, California, 1940) de espíritu inquieto, pasó tres años en la Universidad de Princeton, pero abandonó sus estudios para alistarse en el ejército en 1917 y participar en la Primer Guerra Mundial. Sin embargo, no llegó a luchar en Europa. Poco después se trasladó a Nueva York, donde no tardaría en convertirse en un autor de éxito con su primera novela, A este lado del paraíso, y la publicación de cuentos en diversas revistas. A estas obras le seguirían las brillantes Hermosos y malditos, El gran Gatsby y Suave es la noche, además de numerosos relatos breves. Pocos años antes de su muerte, se trasladó a Hollywood, donde elaboró varios guiones cinematográficos y dejó inacabada su magnífica novela póstuma El último magnate.