El fresco del Juicio Final que pintó Miguel Ángel en La Capilla Sixtina, en el Vaticano, es para muchos su obra maestra y una de las más importantes de la historia del arte occidental. Una vez terminados los trabajos de restauración y limpieza en 1994, el fresco muestra todo su esplendor y reivindica la excepcional calidad y brillantez del color de Miguel Ángel. Este libro presenta por vez primera el estado del lienzo después de la restauración, en 150 excepcionales imágenes a todo color que combinan vistas generales con detalles de gran tamaño. A través de ellas puede apreciarse en todos sus matices la técnica miguelangelesca, así como las novedades aportadas por los trabajos de restauración, incluyendo la eliminación de buena parte de los paños que se añadieron después de la muerte del artista toscano para cubrir la desnudez de muchas de las figuras.