Los personajes que habitan el universo imaginario en el que nos introduce este libro inquietante deambulan por un territorio fronterizo entre el silencio y la palabra, entre la conciencia y aquello que no queremos conocer de nosotros mismos: el reino del pensamiento mudo. Cada relato entreabre la puerta de una historia cuyos protagonistas no siempre son dueños de sus propios actos ya que estos, a menudo, se les imponen, aparecen de incógnito, les atrapan inesperadamente, perturban la cotidianidad de sus vidas mostrándoles, bien a su pesar, una faceta desconocida de su personalidad más recóndita. Historias que están más allá del lenguaje, de lo que se dice y se comparte, que pertenecen al incómodo ámbito de lo secreto. Son peripecias indiscretas, entrometidas, pues, apoco que el lector se arriesgue a transitar por ellas podría descubrir, indagando en sí mismo, que de lo que están hablando, precisamente, es de él.`