Y, con el pueblo, dirigióse a la gran plaza que había ante el templo. Salió entonces del santuario una mujer llamada Almitra. Y era una vidente. Y él la miró con gran ternura, ya que había sido la primera en buscarle y había creído en él desde el primer día en que llegara a la ciudad. Y ella le saludó, diciendo: Profeta de Dios a la búsqueda del infinito, cuántas veces has escrutado el horizonte en espera de tu navío. Y ahora tu navío ha llegado, y debes partir. Honda es tu nostalgia del país de tus recuerdos y de la morada de tus mayores deseos. y nuestro amor no quiere estorbarte ni nuestros deseos retenerte. Una cosa, sin embargo, te pedimos antes de que nos dejes: que nos hables y nos des de tu verdad. Y nosotros la daremos a nuestros hijos, y ellos a los suyos, y tu verdad no morirá.
Gibrán Jalil Gibrán (Bisharri, 6 de enero de 1883-Nueva York, 10 de abril de 1931) fue un poeta, pintor, novelista y ensayista libanés; es conocido como el poeta del exilio. Muchos de los escritos de Gibrán tocan el cristianismo, especialmente en cuanto al amor espiritual. Pero su misticismo es una convergencia de varias influencias diferentes: el cristianismo, el islam, el judaísmo y la teosofía. Escribe.