La magnífica traducción del ruso de Reyes García narra la historia de la relación entre la propia Marina Tsvietáieva y la actriz Sofia Holliday (Sóniechka) en los años 1918 y 1919, con un guerra civil de fondo y como escenario una ciudad, Moscú. En el año 1937, Tsvietáieva exiliada en Francia, tras conocer la muerte de su amiga, escribió el relato. No es una autobiografía al uso ni tampoco un diario, es una prosa fragmentada donde se entrelazan poemas, diálogos, narraciones... Con este ejercicio singular y la malebilidad del recuerdo, consigue transformar las vivencias en una mágica realidad.
Marina Tsvietáieva (Moscú, 1892 ? Yelábuga, Tartaristán, 1941) fue una poeta precoz, inclasificable, un espíritu libre que se negó a constreñir su arte a definición alguna. Vivió en Rusia hasta 1922, año en que se exilió, primero en Bohemia y luego en Francia. En 1939 volvió a la Unión Soviética, donde dos años más tarde, condenada al ostracismo, puso fin a su vida.