Aunque cueste creerlo, en los Pirineos también pueden hallarse islas dispuestas a acoger robinsones. Son las llamadas fajas o gradas, unas «franjas» de tierra cubierta de vegetación enclavadas entre los despeñaderos y, en consecuencia, sólo accesibles a las aves y a los escaladores. En el verano del año 1837, el estudiante Ventura Mir, tras naufragar estrepitosamente en las tierras bajas, va a dar con sus huesos a una de esas islas y, solitario vocacional, decide instalarse allí definitivamente. Pero, a pesar de su firme voluntad, no le resultará nada fácil: pronto tendrá que defenderse de todos aquellos que intentan rescatarlo «por su bien». No sólo su familia, su compañero de estudios o el gran amor de su vida, sino también todas aquellas ideologías que no toleran al individuo solitario. Con El salvaje de los Pirineos, Pep Coll recrea una historia lúcida que lleva hasta las últimas consecuencias temas tan actuales como la relación del hombre con la naturaleza, la solidaridad con el Tercer Mundo y el derecho a vivir donde y como a uno le plazca. Una mirada aguda y crítica que le ha hecho merecedor del Premi Sant Joan 2005.
Pep Coll (Pessonada, Pallars Jussà, 1949) és conegut pels seus reculls de llegendes -com l?excepcional Muntanyes Maleïdes (1993)-, les novel·les juvenils i guions televisius, però ha excel·lit sobretot com a novel·lista, amb títols com La mula vella (1989), El segle de la llum (1997), L?abominable crim de l?Alsina Graells (1999), El salvatge dels Pirineus (2005), Les senyoretes de Lourdes (Premi Sant Jordi 2007), Nius (2011) i Dos taüts negres i dos de blancs (2013).