Mateo vuelve al pueblo para acudir a un funeral que lo arrastra inevitablemente a su adolescencia. A aquel verano en que comprendió la importancia de la amistad y de la familia; el verano en que el arte le dio alas; el verano en que se topó no solo con un chico, sino con dos, que le rompieron todos los esquemas; el verano en que, mientras ardían las flores, al fin comenzó a conocerse a sí mismo.
Bruno Darío (Nerja, Málaga) es traductor, corrector y editor. Ha traducido a autores como Sarah Winman, Alice Winn y Tomasz Jedrowski. Cuando no trabaja con los textos de otros, trata de encontrar tiempo libre para crear los suyos, escaparse a la playa o desayunar en una cafetería.
Es autor de Hambre voraz, una novela corta de terror queer.
Vive por aquí y por allá con su novio y tienen el mejor gato del mundo, Pesto.
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