Siguiendo la tradición de Anita Desai y R. K. Narayan, Shankar ha escrito una novela minuciosamente cuidada en la que el humor delicado y la ironía punzante se equilibran de manera increíble en un relato que transcurre en el vibrante escenario de la Nueva India, un país en el que los rígidos dogmas del pasado a menudo chocan con las innovaciones apresuradas y dinámicas del presente. Shankar consigue retratar con maestría una familia y un lugar. Su tacto exquisito, la empatía que suscitan sus personajes y la evocación de las tensiones que oculta la superficie de la Nueva India resulta convincente pero nunca impuesta, lo que convierte su descripción de la familia en universal.