1. Escritoras jóvenes - Crisis creativa
2. Maldivas - Inspiración literaria
3. Diarios personales - Relatos de juventud
4. Isla Maafushi - Redescubrimiento personal
5. Exotismo cultural - Impacto en la creatividad
6. Relaciones humanas - Desarrollo emocional
7. Orfanatos - Experiencias en la infancia
8. Cuidado de animales marinos - Buenas prácticas ambientales
9. Amores prohibidos - Desafíos emocionales
10. Sentido de la vida - Descubrimiento personal
Federica, una joven escritora en plena crisis creativa, decide escapar a las Maldivas en busca de inspiración. Antes de partir, su abuela le entrega un diario de su propia juventud, del que Federica no tenía constancia, con la idea de que lo pueda convertir en su siguiente obra de ficción.
Sin embargo, Maafushi, la isla de un kilómetro de largo, y las circunstancias lo cambiarán todo. Federica no era consciente antes de partir del nuevo mundo al que se iba a enfrentar y lo mucho que iba a aprender atrapada en un paraíso al que pronto dejarán de llegar barcos con agua y comida.
El exotismo que la rodea, la gente del lugar, los niños de un orfanato, cuidar delfines y un amor prohibido, entre otras cosas, le harán reencontrarse consigo misma y descubrir que, ante sus ojos, la vida siempre tiene sentido.
Nací el día de las páginas amarillas 11-8-88. Viví ocho años en Nueva York. Trabajé en moda. Escribí para revistas como Yodona o Vogue. Publiqué mi primera novela con un título que odié durante meses. Y fue allí mismo, entre rascacielos, donde escribí esta segunda historia que se convirtió en mi propia catarsis emocional. Sí. Me di cuenta de que me estaba equivocando y decidí poner el freno. Y eso hice. Cambié. Al poco tiempo, me mudé a Madrid. Trabajé en Loewe y abrí un restaurante en el corazón de Serrano. Lo llamé Ledbelly. Igual que mi sitio favorito de Nueva York. Un pedacito de la Gran Manzana que intenté traer de algún modo a casa. A mi hogar. Así no sería tan dura la vuelta. O al menos eso pensaba yo. Ledbelly ha sido mi lugar favorito durante meses. Me he sentado con mi café calentito cada mañana a escribir sobre mis clientes. Devorando sus historias. Soñando cómo sería robar sus vidas. Ser una de esas abogadas elegantes, dentistas o banqueras sofisticadas. ¿Porqué en una vida entera solo nos dejan ser una profesión o dos? ¿Nadie quiere ser algo más? Una sola cosa suena bastante aburrido ¿no? Sí. Creo que este ultimo párrafo es, sin duda alguna, mi mejor biografía.