Entre 2007 y 2013, con cadencia irregular, salió en Italia una revista inclasificable titulada, a lo Leopardi Il primo Amore. Era tan inclasificable y anticuada que pocos, según la costumbre de esos años -incluidos el lamento airado sobre lo existente, la repetición y el cinismo más que la exploración de terrenos desconocidos y el empuje íntimo e insurreccional- fueron capaces de comprender su presencia inquietante y urgente. Los escritos que componen este libro, con algunos retoques antes de su publicación, son mis editoriales que han aparecido en esa revista. Leídos todos juntos, uno tras otro, revelan una necesidad visceral y apremiante por romper y traspasar el tablero con respecto a las formas de concebirse a sí mismo, la vida y el mundo que nos aprisionan y dominan en esta época. Hay mucha oscuridad a nuestro alrededor y a veces parece que vivimos en un país y un mundo de muertos. Que los que puedan y quieran al menos mantengan una lucecita encendida. A partir de ahí veremos que ocurre. (Antonio Moresco)
Antonio Moresco (Mantua, 1947) vive en Milán. Autor tardío, se convirtió primero en escritor de culto y es ahora considerado unánimemente por la crítica uno de los mejores de su generación. Ha escrito una veintena de títulos de narrativa, ensayo y teatro, entre los cuales están Lettere a nessuno, Canti del caos, Gli incendiati, Gli esordi, La parete di luce e Il combattimento. En castellano se han publicado su novela La cebolla y el volumen de ensayos El volcán; La lucecita es la primera de sus obras que aparece en Anagrama. También ha escrito para niños: en 2008 obtuvo el Premio Andersen por Le favole della Maria.