Roland Barthes fue siempre un apasionado del teatro, ya fuera como espectador, como testigo, como crítico o como agitador cultural, y todo eso en una época excepcional, en la que se dibujaron las grandes líneas del paisaje teatral de hoy. Dominados por el modelo de la Grecia antigua y por la revelación brechtiana, los textos de Barthes, tanto los editoriales como las críticas de espectáculos ya imposibles de ver, o los elementos de historia, de teoría o de política, tocan la esencia misma del teatro, en su capacidad de llegar hasta nuestra vida íntima y nuestra existencia social.
Roland Barthes nació en Cherburgoen 1915. Tras licenciarse en letras clásicas en la Sorbona, fundó el Groupede Théâtre Antique de París. Fue profesor en la capital francesa, en Biarritz,y posteriormente en Rumania, Egipto y Alejandría. En 1953 apareció su primer libro, El grado cero de la escritura, al que siguieron, entre otros, Micheletpar luimême (1954), Mitologías (1962), Sur Racine (1963), Critique et vérité (1966), Système de la mode (1967), S/Z (1970), Sade, Fourier, Loyola (1971), El placer del texto (1973), Roland Barthes (1975), Fragmentos de un discurso amoroso (1977) y La cámara lúcida (1980). Murió en París el 23 de marzo de 1980 dejando una obra que lo ha situado entre los intelectuales franceses más relevantes y polémicos de la segunda mitad del siglo XX. Está considerado el máximo representante del postestructuralismo francés y uno de los padres de la semiótica moderna. Póstumamente se publicó Incidentes (1987).