Narrado desde un lugar presente que hace difícil la elaboración ordenada de recuerdos y memorias pasadas, Espacio provoca un desarraigo de la experiencia que deja su prosa abierta, intensa y viva. El poema se ofrece como si en realidad fuera lo único que está ocurriendo. Las referencias biográficas aparecen como salidas de un relato ebrio, que amarra brevemente el decurso del poema, situado en un contar que huye. Esta entrega vitalista, que roza lo dionisiaco, se propone, no obstante, como trabajo riguroso y sin concesión de las consecuencias de haber emprendido un viaje al fondo del poema que teme y no concibe la salvación en el todo.