El libro que el lector tiene en sus manos contiene la primera traducción completa del alemán al español de la Estética de Heidelberg, una de las dos obras dedicadas al arte escritas en esa ciudad por György Lukács durante el período comprendido entre los años 1912 y 1918. El viaje a Heidelberg tenía como motivo central el acercamiento a las posiciones neokantianas de Windelband y Rickert. Allí, a sugerencia de Ernst Bloch, Emil Lask y Max Weber, comenzó la redacción de un manuscrito sobre estética que habría de servirle como tesis de habilitación para ingresar como docente a la universidad. Esta obra, junto a la precedente Heidelberger Philosophie der Kunst (Filosofía del arte de Heidelberg) (1912-1914), lo ubica en la corriente esteticista que dominó el siglo XVIII, cuya influencia se extiende hasta nuestros días y aún está lejos de agotarse. La publicación del tercer capítulo de la Estética de Heidelberg, la relación sujeto-objeto en estética, produjo un gran efecto en autores como Arnold Hauser, Ernst Bloch, Max Weber, Oskar Becker, Ludwig Binswanger y Hans Georg Gadamer, quienes se basan, en pro o en contra, en las tesis allí expuestas.