En el invierno de un año de posguerra la nieve cubre la ciudad, los lobos bajan de los montes y un niño es asesinado en el hospicio. Un espacio mítico se transforma en territorio de ficción para contarnos la historia de una ciudad que se erige en personaje vivo. Así, la novela se convierte en una fábula sobre la culta, la pérdida y el remordimiento, en eses tiempo de la posguerra española en el que no se puede hablar pero tampoco olvidar.
Una de las grandes novelas corales contemporáneas, adquiere toda su dimensión gracias al esmerado trabajo de Domingo Luis Hernández, que nos contextualiza a la obra y a su autor en el marco de la literatura europea actual.
Luis Mateo Díez nació en Villablino, León, en 1942. Su primer libro de cuentos, Memorial de hierbas, apareció en 1973. Alfaguara ha publicado sus novelas Las Estaciones Provinciales (1982), La Fuente de la Edad (1986), con la que obtuvo el Premio Nacional de Literatura y el Premio de la Crítica, Apócrifo del clavel y la espina (1988), Las horas completas (1990), El expediente del náufrago (1992), Camino de perdición (1995), La mirada del alma (1997), El paraíso de los mortales (1998), Días del Desván (1999) y Fantasmas del invierno (2004). Sus fábulas están reunidas en El diablo meridiano (2001), El eco de las bodas (2003), El fulgor de la pobreza (2005) y Los frutos de la niebla (2008). Y todos sus cuentos están recogidos en El árbol de los cuentos (2006). El libro El reino de Celama (2003) reúne sus tres novelas ambientadas en ese lugar imaginario. Y con La ruina del cielo (2000) obtuvo el Premio Nacional de Narrativa y el Premio de la Crítica. Azul serenidad o la muerte de los seres queridos (2010) es su último libro. Luis Mateo Díez es miembro de la Real Academia Española y Premio Castilla y León de las Letras.