Cuando Harry Flashman, el canalla más condecorado y perverso de la época victoriana, aceptó la invitación de su enemigo del alma, Tom Brown, para acudir a un partido amistoso de críquet, no podía imaginar el tremendo lío en el que estaba metiéndose. sin duda, el más arriesgado de su escandalosa carrera, una lamentable aventura que le llevará a tierras africanas, en las que tendrá que vérselas con una chiflada reina negra. Por supuesto, si Flashman hubiese sabido lo que le esperaba, no se habría tomado el críquet tan a pecho.