Cuando, tras el armisticio, Céline dio a la imprenta su tercera novela, Guignols band (1944), sólo había terminado la primera parte de un proyecto que veinte años más tarde, y muerto ya su autor, se vería completado con la publicación de la segunda parte, titulada El puente de Londres (1964). En este volumen el lector encontrará las dos partes de lo que siempre fue una sola obra, fracturada por el encarcelamiento de Céline. La influencia en su escritura de los panfletos que causaron su exilio se acusa en el estilo de esta novela que transcurre en Londres, entre 1915 y 1916. El protagonista, el seudoautobiográfico Ferdinand, se mueve a través del grotesco inframundo londinense. En este angustioso escenario, plagado de proxenetas, prostitutas, prestamistas y adivinos, policías y pirómanos, la ilusión de vivir se halla desnuda ante la disolución social y psicológica de aquellos que ya no albergan ninguna esperanza.
(Courbevoie, 1894 - París, 1961) es uno de los escritores más influyentes del siglo XX, a pesar
de ser una figura polémica en su país. Su primera novela, Viaje al fin de la noche (1932) ya lo consagró como un
gigante de las letras. Durante la Segunda Guerra Mundial se alineó con el gobierno colaboracionista de Vichy, lo que le
obligó a exiliarse al acabar la contienda. Condenado a muerte, fue indultado pero tuvo que pasar algún tiempo en
prisión. Del resto de su producción literaria destacan las novelas Guignol's Band (1943), De un castillo a otro (1957),
Norte (1960) y Rigodón (1969).