La Ilíada y la Odisea son, originalmente, dos poemas larguísimos que nos hacen entrar, con todos los honores, en la historia de la literatura universal, específicamente al mundo clásico griego. Importa poco que fueran recogidos por un solo poeta y que según la tradición se llamara Homero (con el significado en griego de el ciego) o fueran obra de dos poetas distintos. Tampoco importa que el tal Homero ni siquiera existiera y que pasaran a ser así obras anónimas y una simple recopilación de poemas realizados en diversas épocas con una unidad indudable para cada uno de los dos. Lo cierto es que los dos denominados grandes poemas homéricos fueron adoptados como obras nacionales griegas ya desde el siglo VI a.C. y ambos han perdurado a través del tiempo como historias inmortales sobre el amor, la guerra y el camino de los héroes ante los designios de los dioses. La presente edición aparece en prosa, basándose en la edición que realizara entre 1908 y 1910, Luis Segalá y Estalella.
Según la tradición, el poeta griego Homero (ss. IX-VIII a. de C., aproximadamente) fue el autor de la Ilíada y de la Odisea, por lo que es considerado uno de los escritores más influyentes de todos los tiempos. Algunos críticos modernos, sin embargo, mantienen que Homero no fue el auténtico creador de estas obras, sino que se limitó a compilar y unificar una gran cantidad de relatos orales que él mismo recitaba. Sea como fuere, ambos poemas se convirtieron en la base de la educación y cultura griega en la época clásica, así como de la literatura occidental moderna.