"Onetti trabaja con un texto que pone al lector frente a un hecho que es la literatura misma. No hay nada que decidir, no se sabe bien qué es lo que pasa. Este tipo de escritores ponen a los lectores en aprietos". Ricardo Piglia Pareciera que no existe nada capaz de alterar la armonía ultracatólica y bienpensante de la ciudad de Santa María. Sin embargo, desde la estación se escucha la llegada del tren que viene de la Capital. En él viaja Larsen, más conocido como Juntacadáveres (apodo que se ha ganado tras haber inventado "el patronazgo de las putas pobres, viejas, consumidas, desdeñadas"), y Nelly, Irene y María Bonita, las tres prostitutas con las que planea instalar el burdel de sus sueños en una casita de persianas celestes junto a la costa.
Juan Carlos Onetti (Montevideo, 1909-Madrid 1994) fue uno de los mejores exponentes de las letras hispánicas del siglo XX. Autor de relatos y novelas, a su primera etapa se deben obras tan importantes como El pozo (1939), Tierra de nadie (1941), Para esta noche (1943) o La vida breve (1950). Desde la publicación de esta última, comenzó a situar sus obras en Santa María, universo imaginario a través del que sentó escuela en la narrativa latinoamericana. Los adioses (1953), El astillero (1961) o Juntacadáveres (1964) son buena muestra de su madurez y altísima calidad literaria. Exiliado en España desde mediados de los años setenta, obtuvo el Premio Cervantes en 1980 y el reconocimiento de su país con el Gran Premio Nacional de Literatura en 1985.