Durante más de medio siglo y hasta su abolición en 1991, el Comité para la Seguridad del Estado (KGB), conocido también en el mundo del espionaje como «El Centro», dirigió una auténtica guerra de espías desde la Segunda Guerra Mundial hasta el fin de la Guerra Fría. Pero no solo el KGB significaba el enemigo para la CIA o el MT6, sino también el terror para miles de ciudadanos de la antigua Unión Soviética. El «escudo y la espada» (símbolo del KGB) á través de sus agentes y espías fueron sin duda al guna la vanguardia de la defensa de unos valores que dejaron de serlo abruptamente en 1991, tras la disolución dé la Unión Soviética.