Antes era la alegre y divertida lady Alondra, la belleza coqueta que enamoraba a todos los hombres con su jovialidad y desenfado. Ahora, tras la muerte de su marido, vive aterrorizada por las sospechas. Su hijo, Harry, se ha convertido en el único heredero de las posesiones de los Gardeyne y Laura recela los peligros que se ciernen sobre el pequeño. Aislada en un viejo caserón y prisionera de su familia política, los pensamientos funestos la atormentan. Para proteger a su hijo, sólo le quedará una salida: recurrir a Stephen, antiguo amigo de la infancia al que tiempo atrás rechazó en matrimonio. Juntos se embarcarán en una peligrosa aventura en la que desafiarán convenciones sociales y rescatarán la vieja llama de una pasión que todavía arde entre ellos.