Para ordenar la historia de la gran megalópolis en que se ha convertido la ciudad de México, el autor ha elegido el camino inverso al que tradicionalmente adopta el historiador: en lugar de partir de los orígenes, empieza su recorrido en la moderna ciudad del siglo XX para retroceder en el tiempo hasta llegar a la gran Tenochtitlan y regresar después a la actual metrópoli posmoderna. Descubrimos así la ciudad a través de su arquitectura, sus fiestas, su música, su cine y demás manifestaciones culturales.