[...]Y ahora habiendo dichoesto, hay algo que deberíais entender, que nosotros (vosotros y yo) somo un grupo de lo más excepcional. Somos excepcionales en el sentido de que es muy difícil para el humano ser Dios. es muy difícil porque los sentidos toman el control, ya que nunca se han usado apropiadamente cómo hacer conocido lo desconocido. Es muy difícil. Lo que yo enseño no es difícil porque, como veis, vosotros ya lo lleváis dentro. Lo que es duro es la lucha entre vuestra humanidad y vuestra divinidad. Eso es lo que lo hace difícil.