Afirmar que la fruta es necesaria para el cuerpo humano, es algo que no necesita ser demostrado, sin embargo, decir que nuestra piel y nuestro estado anímico se nutren y fortalecen con la fruta, resulta novedoso para muchas personas. En la presente obra, la autora, Irma Doria, mantiene que la fruta es beneficiosa para la piel, una piel afectada por la polución y habituada a los productos químicos y sintéticos. Doria analiza las propiedades de las frutas más habituales de nuestro entorno y propone un buen número de recetas que nos mantendrán sanos y ágiles,