La maraña actual del Derecho de la Unión Europea enmascara un sistema jurídicopolítico que, pese a las críticas legítimas que merece, ha demostrado ser inmensamente beneficioso para la ciudadanía europea. Por ello, lo más importante y novedoso del Tratado constitucional de 29 de octubre de 2004 no es su contenido, siendo muy relevante, sino su presentación. Su valor añadido es la simplificación de los numerosos Tratados en vigor. En el futuro, la UE ganará en visibilidad y en transparencia. También su democratización. Pero el sistema de la UE será inevitablemente complejo debido a que es una Unión de Estados y ciudadanos con trascendentales competencias que afectan a nuestra vida diaria. En esta obra se reflejan comentados los cambios en la estructura y en el contenido del nuevo Derecho de la Unión. En definitiva, todo lo que el ciudadano inquieto quiere y debe saber sobre la Unión Europea, todo lo imprescindible que el jurista debe conocer, es analizado de forma accesible, sencilla y crítica. Lo confuso es cómo ha sido bautizada: Constitución para Europa. No es una constitución ni es para toda Europa. Es un Tratado internacional y la UE una organización internacional singular. Pero por su finalidad y estructura es una constitución material en el sentido de ser las reglas fundamentales de convivencia entre ciudadanos y Estados soberanos e independientes. Pero es un niño (un Tratado) Con nombre de niña (Constitución).