Carlos Ferrando es uno de los grandes nombres del periodismo de sociedad. Habrá quien le recuerde por su paso en Crónicas marcianas, otros por ser La Avispa de la Ser, unos pocos por sus columnas de Diario 16, los más adultos por su participación en Qué tiempo tan feliz y los más jóvenes por sus intervenciones televisivas. Pocos sabrán que fue jefe de prensa de películas míticas o director de Archy y Bocaccio, locales emblemáticos de la noche madrileña.Tras más de cincuenta años en el candelabro, por fin se ha lanzado a publicar sus memorias, con ayuda de su amigo César Heinrich, en las que habla sin pelos en la lengua de todo el famoseo que ha conocido y tratado en primera persona: actores y actrices patrios e internacionales, cantantes, modelos, presentadores y un sinfín de celebridades de distinto pelaje.Un libro escrito a corazón abierto en el que Ferrando se ha atrevido a traspasar la delgada línea rosa.
Carlos Ferrando, murciano de nacimiento, criado en Cataluña y madrileño de adopción, ha cumplido cincuenta años como periodista. Su conocimiento del mundo de los artistas le ha servido para forjarse una carrera única. Ha compaginado radio, televisión y prensa escrita en una época en la que ningún periodista de su género trabajaba en los tres medios a la vez. Por su particular visión del mundo del corazón fue apodado «La Avispa».Fue crítico de cine en la revista Fotogramas, tuvo firma y sección en Diario 16, donde también fue director del suplemento dominical; en los ochenta escribió en la emblemática La Luna de Madrid. Asimismo fue jefe de prensa de infinidad de películas y actores españoles e, incluso, llegó a presentar y dirigir varios programas de televisión. Está considerado por derecho propio como uno de los grandes nombres del periodismo de sociedad.